Recientemente he participado en unas jornadas de divulgación de rol. La principal motivación de las jornadas es dar a conocer la afición, a la par que intentar crear una comunidad de aficionados en la ciudad. El entorno de las jornadas es ideal, se desarrollan en una biblioteca pública que durante todo el año apuesta por ceder espacios a los usuarios y por el alquiler de juegos de mesa y juegos de rol.
Las jornadas propiamente dichas comparten ámbito con los juegos de mesa, por lo que la comparativa entre los dos mundos se hace evidente.
Es por esto que me pregunto qué características distintas pueden tener estas dos aficiones para que la diferencia respecto al volumen de aficionados entre ellas sea tan abrumadora. Y la única conclusión a la que llego es que en los juegos de rol deben existir unas barreras de entrada que dificultan que alguien se inicie desde cero.
Creo que para romper esas barreras el primer paso es identificarlas:
EL TIEMPO
Esta es una de las principales barreras que veo. La duración de una partida que puede comprender entre las 2 o 4 horas de sesión, y muchas veces se necesitan más de una sesión para terminar una aventura. Que sí, que estoy de acuerdo, que vivimos con un manejo del tiempo en el que todo corre prisa, todo tiene que ser inmediato y deberíamos ser capaces de parar y poder disponer de unas horas para poder dedicárselas a una partida. Pero lo cierto, es que no podemos exigirle a una persona que se acerca a la afición a dedicar tanto tiempo para probarlo y saber si le gusta o no.
Pienso que deberíamos de ser capaces de desarrollar partidas más cortas que muestren la experiencia de jugar a rol. ¿Por qué no es posible desarrollar partidas de iniciación de una hora?, yo pienso que sí se puede. Podría ser algo así como una pequeña cata en la que no tenga que ser necesario llenarme la boca para saber si ese sabor me gusta o no.
Otra cuestión relacionada con el tiempo es la dedicación a aprender un sistema de reglas y un mundo para poder afrontar una partida. Pero esto me lleva a otra barrera, el peso de los juegos.
EL PESO
Tomando su significado de los juegos de mesa, entiendo como peso de un juego la complejidad y extensión de su sistema de reglas. Pero en el caso de los juegos de rol hay otra parte ajena a las reglas: la ambientación. Todo esto puede ser abrumador para una persona que se acerca a la afición. Estoy hablando de un grupo de gente en el que todas son novatas y se enfrentan a un manual para jugar su primera partida. Se me ocurre por ejemplo el caso de los wargames, que de un tiempo a esta parte se han desarrollado juegos más sencillos y cortos para poder facilitar esa primera entrada.
En este sentido, creo que se están haciendo juegos más sencillos y asequibles, o por parte de juegos más densos las cajas de inicio, pero aún así existe esa dificultad de ver cómo engranan esas mecánicas con la narrativa de las partidas. Aquí la respuesta puede ser clara, «bueno…, se puede empezar participar de una partida en la que alguien con experiencia haga de máster y se pueda ver como funciona una partida de rol.» Pero entonces nos encontramos ante una nueva barrera, ¿cómo encuentro ese máster o grupo de juego?.
ENCONTRAR UN GRUPO
Jornadas, como las que os he comentado al inicio de esta entrada, pueden funcionar en este sentido para disfrutar de esa primera partida. Pero después ¿qué hago?, ¿dónde está esa gente que juega a rol?.
Existe un mal en la afición, aunque poco a poco creo que esta barrera se está rompiendo, pero aún así alguien que empieza puede ver ese problema: la endogamia. Hay asociaciones en ciudades a las que puedes apuntarte, también hay grupos de rol online a los que unirse para buscar partidas. Pero, lo cierto es que muchas veces esas asociaciones o grupos de rol online acaban por convertirse en un grupo endogámico más grande. Sé que hay grupos que se dedican a la divulgación para gente nueva.
Creo que en este caso el rol online ha roto parte de esa barrera, y gente que no conoce a otras personas en su ciudad o pueblo ha podido reincorporarse o iniciarse en la afición. Pero, en este punto, no puedo dejar de recordar las palabras que oí a Sirio acerca de la dificultad económica que puede suponer tener un equipo (ordenador, cascos, micrófono), y una conexión a la que lamentablemente no todo el mundo puede acceder.
Si de verdad te interesa que la afición crezca en cuanto a número de aficionados, deberías preguntarte si tienes esos comportamientos endogámicos y si es posible que, de vez en cuando, abras una puerta a tu mesa para la entrada de gente nueva y, sobre todo, gente novata. Porque, si en algo podemos estar de acuerdo en la comunidad rolera, es en que lo más bonito de la afición es ese componente social, es conocer gente nueva.
Por concluir con una nota positiva, creo que estas barreras han comenzado a derribarse, con la aparición de juegos infantiles, juegos minimalistas, jornadas, grupos y asociaciones dedicadas a la divulgación. Pero no es más que el inicio del camino.
Creo que estamos ante una buena oportunidad de romper esas barreras, solo te tienes que preguntar una cosa. ¿Qué vas a hacer tú para derribarlas?.
Buen artículo.
Lo que indicas no es nuevo, nisiquiera las preguntas que te haces y respondes. Y todo lo que indicas es cierto. La respuesta no es sencilla, pero creo que se está trabajando desde muchos ámbitos para que esas barreras sean menores.
Desde hace mucho tiempo se trabaja en sistemas más ligeros que aporten experiencias similares. Por ejemplo, se me viene a la cabeza a aquellos que prefieren juegos tipo Trudvang Chronicles y su versión actualizada llamada Dragonbane.
El tiempo es otro factor que se ha reducido. Antes lo común eran las sesiones maratonianas de mínimo 4 horas y a día de hoy es muy frecuente sesiones de 2 horas y juegos que fomentan ese tipo de partidas como Bloodstone y Critical.
En cuanto a los grupos, el rol online, los juegos en solitario. los eventos cada vez más conocidos, la facilidad de encontrar gente mediante las redes sociales, clubes, etc. Y si el problema es encontrar quien dirija… en mi grupo fuí yo con 13 años sin necesidad de alguien que adentrara de la mano en este mundillo. Si yo pude, quien quiera entrar sólo tiene que aventurarse.
Todo ello hace que sea más sencillo jugar a rol que antes y junto a la popularidad y visibilidad que el rol está teniendo desde hace unos años, el aumento de les jugadores ha aumentado. ¿Mucho?¿Poco? ¿Lo suficiente? no sabría contestar, pero ha aumentado, que es lo importante.
Adicionalmente creo que hay que añadir entra un factor que no me ha parecido leer en el artículo: la visibilidad. Si bien Dungeons & Dragons es conocido, los juegos de rol en general no son una afición popular ni especialmente visible. Algo que en comparación, los juegos de mesa si tienen esa visibilidad y popularidad.
Y aquí marco mi personal giro de guión. Personalmente, y no soy el único, creo que los juegos de rol son un juego de mesa más… como juego de mesa dentro de un montón de juegosa mesa no creo que se juegue a rol mucho menos de lo que se juega a juegos de mesa de cartas, de miniaturas, de estrategia, de recursos, de carreras, d ehabilidad y destreza, infantiles…
Como un tipo de juego de mesa más, forma parte de un todo, pero si nos obsesionamos con compararnos con todo un bloque de distintos tipos de juegos de mesa, es evidente que la cantidad de gente que juega a rol es menor que la suma de aquellos que juegan a un montón de diferentes tipos de juegos de mesa. Y en esa comparación es evidente que los juegos de rol salen perdiendo en cantidad de practicantes.
Una comparación que siempre nos va ha hacer que somos infewriores o salimos perdiendo en comparación.
Y hasta aquí mi pequeño granito de arena.
Un saludo y gracias por el artículo.
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Muchas gracias por tu comentario.
Este artículo nace de la percepción que tuve en esas jornadas. Lo cierto es que los juegos de rol si bien, siendo estrictos, podrían considerarse un juego de mesa más, habitualmente se presentan como algo que se ha escindido de los propios juegos de mesa. En estas jornadas tenían espacios diferentes, organización diferente y como en tantas otras ocasiones y lugares (podcast, blogs, jornadas…) se presentaban con la frase “juegos de mesa y rol”. En mi caso sí que veo esa separación de juegos de mesa y rol. Además está separación la veo necesaria, no como una obsesión sino como un análisis más próximo a la realidad de los juegos de rol. Me resulta conformista refugiarse en el paraguas de los juegos de mesa.
Por otro lado, veo muy acertado el problema de la visibilidad, no tanto de los juegos de rol respecto al resto de juegos de mesa (aceptando que están dentro), si no de esos juegos que comentas que, por ejemplo, tratan de romper las barreras del tiempo, son juegos menos conocidos para la gente que entra en la afición y que pueda verse abrumada por la exigencia de ciertos juegos en cuanto al tiempo se refiere.
Por último, que estas barreras ya existan desde hace años, a mi modo de ver, expone que están consolidadas, a pesar de que se haya comenzado un camino para derribarlas. En este punto veo mucho más interesante derribarlas que superarlas, es decir, con 13 años muchos tuvimos que superarlas pero para mí lo ideal es que alguien con 13 años no tenga que enfrentarse a ellas.
saludos y gracias de nuevo por tus comentarios aquí y en redes.
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Hola. He meditado tu respuesta y… en algunos puntos discrepo.
Mi equiparación de los juegos de rol dentro de los juegos de mesa seria conformista si no buscara la manera de aprovechar las caracteristicas propias de los juegos de rol en diferentes ambitos, como una experiencia propia, espacios exclusivos por sus necesidades innatas, etc. Sin embargo, el comparar en ventas a todo un bloque formado por diferentes tipos de juegos de mesa contra uno solo de esos tipos de juego, es como hacer trampa. Eso no es conformismo, es no minusvalorar el auge, crecimiento y popularidad actual de los juegos de rol con una visión que hace que los juegos de rol sean presentados como el hermano pequeño de la familia que puede menos que los demás, cuando no es así.
Por otro lado, la diferencia que haces entre superar barreras y derribarlas se tiene que mirar de manera personalizada para cada una de esas barreras. Incluso para cada individuo. Derribar las barreras es todo lo que he comentado sobre acortar la duración de partidas, simplificar sistemas, etc. Algo que se hace desde hace mucho y, por supuesto, hay que seguir trabajando en ello. Sin embargo, hay cosas que tenemos que superar como individuos, como cuando no conoces a nadie que dirija una partida y nos decidamos a coger un libro, leernos las reglas y empezar a jugar. Eso es personal y dentro de ese contexto de no conocer a nadie que haga partida, no veo manera de derribar esa barrera.
Un saludo y gracias por la respuesta. 😀
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Muy interesante. Dándote la razón en todo, voy a concretar más. Una barrera que redunda en lo que dices es que hay un juego que monopoliza la imagen pública del rol: D&D, que tiene como características constar de tres libros básicos para empezar y tener una estética de alta fantasía juvenil que deja fuera a mucha gente.
Hay muchos juegos sencillos, con los que se pueden hacer partidas cortas o de los cuales no habria que explicar la ambientación, pero tienen muy poca difusión.
Otra barrera que creo que hay que mencionar es que «hay que leer». Los manuales son libros, y por muy cortos que sean dan una imagen dura, aunque equívoca, del tiempo y exigencia necesarios.
Luego que, en cualquier caso, por muy narrativo que sea el juego, hay que tener una aventura preparada. No es abrir la caja y jugar de forma improvisada.
Y también el hecho de que el rol es difícil de explicar si no se ha jugado. Creo que puede haber potenciales directores de juego que, una vez leído el manual, se queden sin saber cómo jugar exactamente. En este sentido creo que las partidas en stream están ayudando mucho.
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Me han comentado por twitter la barrera de la visibilidad. En este aspecto es curioso lo de D&D porque a mi modo de ver la rompe dando visibilidad a la afición pero también genera una sombra muy grande y copa la atención. Respecto al último punto, totalmente de acuerdo, por muy sencillo que sea el juego es complicado ejecutar lo que propone y llevarlo a una partida. ¡Gracias por comentar!
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No estoy de acuerdo. La mayoría de aficiones requieren tiempo, peso y comunidad, no es algo específico del rol. Por ejemplo, una afición como 40k requiere mucho más tiempo y peso, además de dinero. Sin embargo, el rol requiere un compromiso elevado, el tipo de compromiso necesario para trabajar en equipo y llevar a cabo un proyecto. Es decir, requiere lealtad y fidelidad, atributos bastante difíciles de encontrar hoy en día.
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Estoy de acuerdo en lo que dices, pero yo no hablo de cambiar la afición hablo de mostrarla de una manera asequible para el que se quiera acercar, hablo de que quien quiera empezar no se encuentre con estas barreras que sí que creo que existen. Luego ya una vez dentro que cada uno viva la afición como quiera, pero no deberían ser requisitos para empezar.
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Critical: La fundación, de Devir, me parece una respuesta muy acertada a las barreras que planteas. En mi opinión es un acierto en todos los aspectos, pero claro, no vende para jugadores que ya están en la afición.
Por otro lado, hace unos 25 años, cuando tenía unos 20, desde nuestro club y el ayuntamiento se propuso la iniciativa de dar una serie de charlas y demostraciones en las escuelas de la ciudad. Y fue después de lo del crimen aquél!
No cuajó por diversos motivos, pero hubiese sido una iniciativa que precisamente iba dirigida al público objetivo de entonces, y que creo que no se ha llevado a cabo en España, al menos oficial y con respaldo de la administración.
Pero no nos engañemos, el problema del rol hoy en día es que se trata de un pasatiempo artesanal que compite con la inmediatez de otras propuestas que requieren mucho menos del público (videojuegos, RV, video on demand). El público objetivo antes eran los chavales (en masculino) que se aburrían y estaban dispuestos a invertir tiempo que les sobraba. Hoy en día las opciones nos superan y es difícil enganchar a quién no lo ha probado aún.
Aún así hay mucha gente joven en la afición, por lo que yo creo que deberíamos buscar también qué es lo que realmente da resultado y por qué la gente joven se ha enganchado a pesar de las alternativas más fáciles. Aunque estoy de acuerdo en las barreras y en identificarlas.
Contar cuentos no es una moda, es un pasatiempo antiquísimo, y esta forma nuestra tiene muchas cosas buenas que van a seguir perdurando aunque no sea de manera mayoritaria.
Gracias por la entrada
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Gracias a ti por comentarla y sobretodo de una manera tan constructiva. La idea inicial era esa, invitar a la reflexión.
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